domingo, 14 de octubre de 2018

MENSAJE FINAL II ENCUENTRO DE SOLIDARIDAD Y MISION




MISIONEROS CLARETIANOS
                                            DE AMÉRICA



MENSAJE FINAL

“Felices los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios.
  Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece” (Mt. 5, 
                                                                               
Alegres de habernos reunido en Sasaima, Colombia, del 7 al 13 de octubre, concluimos la celebración de nuestro II Encuentro de Solidaridad y Misión – MICLA.  

Queremos destacar, en primer lugar, la participación de todos nuestros Organismos de América, las Misioneras Claretianas, los Seglares Claretianos, y laicos y laicas en un número muy significativo. Resaltamos especialmente la participación de jóvenes. 

Agradecemos los aportes y animación del P. Vincent Anes, Secretario General de JPIC y miembro del equipo de Solidaridad y Misión de la Congregación, presente durante todos estos días en el Encuentro. También agradecemos la carta que recibimos de parte del P. General, Mathew Vattamattan, con palabras de aliento y guía, llamándonos a seguir presentes entre los que más sufren en nuestro continente, al estilo de San Antonio María Claret.

Nos llena de gran regocijo haber dado vida y testimonio a esta opción entrañable y prioritaria para MICLA como es Solidaridad y Misión. Sus concreciones continentales, Derechos Humanos, Migraciones y Extractivismo, han sido parte de nuestra agenda de trabajo y sentimos que van tomando cuerpo y renovados compromisos. Sabemos que las migraciones forzadas, el extractivismo y los atentados contra los Derechos Humanos responden a sistemas donde el poder y el lucro están por encima del respeto a la Madre Tierra y la vida de las personas y los Pueblos.  Ya nos advierte la Carta Pastoral del CELAM “Discípulos Misioneros Custodios de la Casa Común: “Nos preocupa la lógica economicista que impone este paradigma tecnocrático que se sostiene en el principio de que toda actividad humana no tiene otra finalidad que la de producir y consumir”.

Resaltamos:

En materia de Derechos Humanos, el acompañamiento a las víctimas de la violencia que la Corporación Claretiana “Norman Pérez Bello” está haciendo en Colombia, y las propuestas relacionadas con la defensa de los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas hacemos en diversos lugares de este continente.
En cuanto a Migraciones, si ya nos estremecía y ocupaba esta realidad en toda América, ahora, ante las crisis de Venezuela y Nicaragua, nos convocan y comprometen los esfuerzos desplegados por atender migrantes y refugiados en lugares como Costa Rica y Colombia.
En materia de Extractivismo, saludamos las luchas y resistencias de las comunidades en el centro y el sur del continente, que se van articulando en la Red “Iglesias y Minería” y queremos estar pendientes del Sínodo de la Amazonía.  
A 50 años de la Conferencia de Medellín y en vísperas de la canonización de Monseñor Romero, hemos podido acompañar nuestro Encuentro con momentos de espiritualidad multicultural, diversa, profundamente americana, fecundamente martirial. Hemos recibido el testimonio directo de familiares de víctimas de la violencia en Colombia, pueblo que sigue anhelando la conquista efectiva de la paz.

Durante estos días trabajamos en la proyección de líneas de acción para los próximos dos años en las áreas de JPIC, Procuras, PROCLADE’s y Voluntariado. Aspiramos a que cada Organismo concrete estas líneas en las acciones pastorales de sus comunidades y, de una manera especial, con las nuevas generaciones.

Desde aquí queremos mostrar nuestra cercanía y animar a la solidaridad de nuestros organismos con las personas de la familia claretiana que, en estos momentos de gran dificultad, están acompañando a los pueblos de Venezuela y Nicaragua.

Tenemos un nuevo equipo para animar en MICLA esta prioridad de Solidaridad y Misión. Nuestra gratitud para el equipo saliente y nuestra invitación a dar todo el apoyo a este nuevo equipo, para que pueda llevar a cabo su tarea de animación y organización. 

Por último, agradecemos la hospitalidad y acogida de la Provincia Colombia Oriental – Ecuador y a todo el personal de la Casa de Convivencia “Las Mercedes”, que nos ha hecho sentir como en nuestra casa.   

Damos gracias al Dios de la vida y de los pueblos, caminando con María, mujer solidaria de corazón, “por los caminos de América, de toda América”.

Centro de Convivencia “Las Mercedes”
Sasaima, Colombia, 13 de octubre de 2018

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