SALUDO DEL SUPERIOR
PROVINCIAL DE COLOMBIA VENEZUELA
A LOS PARTICIPANTES
EN EL TALLER BÍBLICO DE MICLA
Medellín,
julio 31 de 2017
Apreciados
hermanos y hermanas en San Antonio María Claret.
Deseo
que mi primera palabra a nombre mío, de los hermanos del Consejo Provincial y
de todos los misioneros Claretianos de la Provincia de Colombia-Venezuela, hacia
ustedes sea un caluroso “gracias” por
estar presentes en nuestra Provincia. Ustedes, y los Organismos claretianos a
los que ustedes representan, han querido hacerse presente en este espacio de
fraternidad y formación claretiana, en torno a la Palabra de Dios propiciado
por MICLA. ¡Gracias de verdad por acoger la iniciativa y aceptar la invitación!
¡Gracias por llegar hasta este punto de la geografía continental! ¡Gracias por
todo el bien que hacen al mundo y a la Iglesia desde las diferentes iniciativas
bíblicas que ustedes acompañan!
Quiero
que nuestra segunda palabra sea ¡Bienvenidos!
Los acogemos a cada uno de ustedes en el amor de Dios y en la fraternidad claretiana.
La Provincia de Colombia-Venezuela, la ciudad de Medellín y esta casa de
Espiritualidad de “Villa Claret” son de ustedes. Desde hoy ustedes son nuestros
huéspedes ilustres, nuestros visitantes de honor. No queremos otra cosa, sino
que se sientan bien, que se sientan acogidos, que se sientan hermanados a toda
la familia claretiana que peregrina en esta Provincia. Colocaremos todo de
nuestra parte para que la experiencia que ustedes vivirán, en medio de
nosotros, sea verdaderamente memorable.
A
todos, a ustedes y a nosotros, nos mueve el amor a la Palabra de Dios. Los
Claretianos desde los primeros momentos de nuestro origen encontramos en la
Palabra de Dios la fuerza y el motor para la dinamización de la vida personal,
comunitaria y apostólica. Claret fue un gran amante de la Palabra. Por eso como
claretianos queremos vivir la dimensión de nuestra identidad claretiana de ser “oyentes y servidores de la Palabra”. A
eso han venido de los diferentes puntos de la geografía claretiana de América.
Para eso es esta experiencia formativa de MICLA, experimentar en comunidad
continental que “la palabra se hizo vida”. Que este mes de contemplación y estudio
de la Palabra de Dios, en clave claretiana y desde los sujetos emergentes de
nuestra América, ayude a encontrar el camino hacia la renovación de la misión
claretiana al servicio de la Iglesia y de la humanidad en América y el Caribe.
Recordemos, con actitud de contemplación, lo que nos dice nuestro último
Capítulo General:
“Nuestra Herencia
carismática nos define como ‘oyentes y servidores de la Palabra’. Somos en la
Iglesia y en la sociedad la resonancia de Claret (cf. Aut 686), apasionados
ministros del Evangelio a tiempo y a destiempo a través de todos los medios de
los que disponía. Como Hijos de su corazón, queremos como María, acoger la
Palabra, meditarla en nuestro corazón y proclamarla con pasión” (MS 42).
La
Provincia que los acoge, mi provincia tiene una historia bellísima en el
caminar bíblico. La Pastoral bíblica responde a la gravísima tarea de optar por una evangelización profética y
liberadora que nos lleva a vivir lo que anunciamos: la liberación, rescate y
consolación del pueblo, por medio de la entrega total y testimoniante de
nuestra vida (cf. PPVM 2012-2017). Han sido años de trabajo incansable, de
formación sistemática, de proyectos que han permitido cualificar y organizar la
pastoral bíblica de nuestro organismo. Todo ese fervor bíblico, que hemos de
renovar y volver a relanzar, ha sido el fruto de un largo camino, de una
sincera inversión, de apostar sin mezquindad en la formación de religiosos y
laicos en el campo del estudio bíblico especializado y popular. El proyecto
bíblico de nuestra Provincia, en definitiva, es un regalo del Espíritu. No
podemos olvidar que la importancia de todo proyecto es su fidelidad al Espíritu
de Dios, que se hace novedosamente presente en cada tiempo y en cada sitio.
Apreciados
hermanos y aparecidas hermanas no olviden que la tarea claretiana es en todo “ser oyentes y servidores de la Palabra”
ese fue el reto de Claret y es el reto de nosotros claretianos en América y el
Caribe, en la Viña Joven. Esta es la
carta de identidad de un autentico hijo de San Antonio María Claret. Desde esta
aventura carismática de leer la palabra en clave claretiana, es de donde
podemos sacar las fuerzas necesarias para ofrecer a las iglesias donde
trabajamos apostólicamente la riqueza de nuestro carisma y de nuestra
espiritualidad.
Saludo
de forma especial al Padre José Vidal, Secretario Ejecutivo de MICLA. Al Equipo
de REBICLAR. Al Padre Manuel Villalobos, coordinador de este proyecto de
formación en Biblia. Saludo a todas las delegaciones, comenzando desde el sur,
nuestro saludo se dirige a los representantes de la Provincia de San José del
Sur. Saludamos, también, a los delegados de la Provincia de Brasil. Un abrazo
de bienvenida a los hermanos de la Provincia Perú-Bolivia. Una bienvenida
especial a nuestra hermana Provincia de Colombia Oriental-Ecuador. Nuestro
saludo de acogida a los hermanos y hermanas de la Provincia de Centroamérica.
Sean bienvenidos hermanos procedente de las Antillas. Y también para ustedes,
hermanos de EEUU-Canadá nuestro saludo sincero y cariñoso.
Con
este saludo de “gracias” y “bienvenida” declaramos oficialmente
abierto este taller bíblico de MICLA “Y la Palabra se hizo vida”. No hemos,
como Provincia, ahorrado ningún esfuerzo para que este mes sea sencillamente
una experiencia inolvidable en la vida de cada uno de ustedes.
Que
nuestro abrazo de Bienvenida los acompañe durante este mes de estadía en medio
de nosotros. El riesgo, en definitiva, es que se quieran quedar en nuestra
Provincia.
¡Muchas
gracias!
P. Armando Valencia, CMF
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